AMBIENTE Y EDUCACIÓN
 

Es necesaria la adecuación lo menos traumática posible de las industrializaciones contaminantes en todo el orbe, con hincapié en las naciones desarrolladas, que son las que más agreden al medio ambiente, con el "Fin común y trascendente de preservar el hábitat natural" para futuras generaciones. Esta que habitamos, la "única tierra que tenemos", siguiendo con amargas ironías, es duramente castigada por el hombre y esa reiteración prolongada del mal trato en algunos casos desde hace milenios, amenaza con el desgaste definitivo del planeta.

Las advertencias que a diario se lanzan desde los más diversos sectores, principalmente, desde los círculos vinculados con la ecología, en algunos casos puede avalarse con hechos reales: bosques milenarios han desaparecido víctimas del hacha o del fuego, hoy yermas tierras que antes producían riquísimas de cosechas, obras faraónicas que traen desolación y enfermedad, recursos económicos que se han dilapidado o que están en camino a disiparse y la enumeración podría seguir.

A lo largo de la historia, da la impresión que el hombre ha considerado los recursos naturales y la vida animal como una herencia inagotable de la que se puede disponer a su antojo.

Hoy debemos preguntarnos por cuanto tiempo resistirá aún nuestro ambiente antes de llegar a un colapso total por las presiones del abuso a que se ve sometido debido a los impactos de la expansión económica y las necesidades progresivas de la población.

Llegó el día en que el hombre debe tomar en cuenta las limitaciones ecológicas antes de trazar sus planes.

El dialogo y el intercambio de opiniones constituyen la clave para despertar el interés por preocupación y reorientación de la actitud pública. Si no se produce el cambio, no cabe pensar en la solución definitiva de los problemas ambiéntales. Nuestros esfuerzos se convertirán solamente en una serie de escaramuzas entre dos grupos, los simpatizantes de la calidad ambiental y los intereses económicos, cuando la situación de emergencia se produce.

Si las condiciones generales siguen empeorando, puede llegar el momento en que no sea posible revertirlas. Una política ambiental revisionista y coherente a nivel gobierno, impulsada por una sociedad bien informada, podría dar como fruto no solo la legislación necesaria, si no la total aplicación de la existente, ya que es peor la no aplicación ley que la ausencia de ley.

 El cumplimiento de las leyes no solamente remedia daños causados, sino, lo que es mucho más importante, previene futuras alteraciones. Entonces PREVENIR es la palabra.

Empieza a ser tarde, pero no demasiado. El modo con que cuidemos a nuestro ambiente y la persistencia con que tratemos de llevar a término su protección, determinará si la raza humana seguirá existiendo.

Para encontrar las soluciones es necesario primero comprender la naturaleza y la magnitud de los problemas y luego concientizarnos para el cambio con una actitud comprometida y en este sentido la educación ocupa un rol fundamental. Educar y educarnos para el amor por la conservación y el respeto por el preciado entorno natural, a la vez que debemos tomar la obligación de difundir los temas ambientales para que lleguen a todos, cualquiera sea el lugar que ocupe en la sociedad.

Si se llega a internalizar estos conocimientos se podrá decir que un nuevo ser ha nacido listo para vivir en un mundo más sano.

Prof. Susana Papale