NUESTROS ÁRBOLES
 

La repetición de un tema puede resultar tediosa, pero, cuando el mismo reviste vital importancia para la calidad de vida de una población, bueno es volver periódicamente a él hasta que políticos, funcionarios y habitantes lo internalicen y lo consideren trascendente para su propia existencia en la tierra.

 En las zonas urbanas asistimos a la destrucción constante del "Patrimonio verde" a la vez que se sigue agregando cemento para alejar cada vez más al hombre de la tierra y de la naturaleza.
Son las organizaciones de base, dentro de las que se encuentran las ecologistas, las que, invariablemente, asumen el rol de educar para que el árbol se vea con buenos ojos, como un amigo protector que nos da ejemplo de vida y no como el enemigo feroz que leva con sus raíces la vereda o la tapa de los desagües con sus hojas de otoño sustituyendo, a pura voluntad, el deber indelegable del estado de impartir educación ambiental la comunidad para que junto con la educación formal o escolarizada, se cree una relación armónica que ayuda a formar individuos que crezcan en intelecto y espíritu.

 En reste punto hay que considerar otro importante factor, la ineficiencia de algunos de los encargados del área ambiental a quienes les corresponde la preservación a ultranza del arbolado y los espacios verdes urbanos.

 Tal inaptitud para ejercer la función asignada se debe, en la mayoría de los casos, a la falta de capacitación técnica, ya que es casi una constante, que se acceda al cargo haciendo uso de una dádiva política. Esta ausencia de preparación para la cobertura de un área que hace a la vida de la gente, muchas veces convive con la negligencia o la corrupción.

La situación tiene, invariablemente, un responsable el propio intendente de nuestro hipotético municipio, que al no estar consustanciada con el tema ambiental, también por ineptitud o negligencia , no capta que la defensa del hábitat y la calidad de vida está presente en todas y cada una de las acciones de gobierno, y por lo tanto el personal a su cargo también cree que lo ambiental es de otros, no se involucra, no se siente parte, cuando en realidad el medio llamado ambiente es de todos, también de ellos, y por serlo, todos tenemos derecho a vivir en un "ambiente sano" tal cual no enuncia el Articulo 41 de la Constitución Nacional y el sentido común que no siempre prima en nuestros gobernantes.

 Ahora cabe preguntarse sabemos qué es un árbol , para qué sirven y porque hay que defenderlos especialmente en los centros densamente poblados.

Un árbol:

Produce Oxígeno (1000 metros cúbicos por día).

Filtra gases tóxicos

Reduce el nivel de ruidos disminuyendo los efectos sonoros del tránsito

Disminuye la temperatura ambiente en verano

Frenan humos y olores y los dispersan.

Ayudan a evitar inundaciones pues su follaje retienen el agua

El follaje que retiene el agua previene el lavado y la erosión de los suelos

Retiene el polvo atmosférico

Son el hábitat natural de pájaros y mariposas

Actúa contra la contaminación visual

Son aliados de nuestra salud al limpiar y oxigenar la ciudad de la contaminación a la que se ve sometida día a día.

 

Se podría seguir enumerando los beneficios que aporta un árbol pero, cómo hacer para que los que los mutilan con podas violentas, o los que los arrancan de sus veredas arguyendo razones poco técnicas que los justifiquen sino simplemente por no barrer, o los que los clavan con zaña con carteles publicitarios, o los que los amordazan con las sogas de los pasacalles, o los que los van matando lentamente con aceites, lavandina detergente, se den cuenta que los árboles, no son "palos que se ponen en la vereda", que no tienen que soportar nada, ni siquiera que los pinten, porque son seres que soportan estoica, callada y sumisamente los embates del hombre que se cree dueño y señor de la naturaleza sin darse cuenta que al extinguirla se extermina a sí mismo por ser parte de ella.

 Crear espacios verdes, dar vida a los árboles cuidándolos con nuestras manos, verlos crecer junto a nosotros es crear espacios de diálogo con nuestro interior y constituirá parte de nuestra felicidad.

 Queda como reflexión final: "Cuidar de la Tierra, protegiendo y restaurando la diversidad, integridad y belleza de los ecosistemas del planeta. Donde exista el riesgo de serios o irreversibles daños al ambiente, deben tomarse medidas preventivos a fin de evitar el daño".

Principio 2 del Documento CARTA DE LA TIERRA.

  Profesora Susana Papale   - Asociación Ecologista Nueva Tierra